Como alquilar sin garantía de propiedad

Si no sabés cómo alquilar sin garantía de propiedad, este artículo te puede ayudar a entender mejor de qué se trata.

En el mercado de alquileres en Argentina es común que el propietario exija algún tipo de aval para asegurar el cumplimiento del contrato. La garantía de alquiler es ese respaldo que cubre al dueño ante incumplimientos como impago de rentas o daños al inmueble.

Mirá este ejemplo de garantía con vivienda en Córdoba:

Si un hermano o pariente directo posee una vivienda en Córdoba, puede cederla como garantía mediante la entrega de su título de propiedad
y un informe de dominio oficial que acredite su titularidad y que la casa esté libre de hipotecas o embargos.

Alternativas sin garantía de propiedad

Bueno, primero que nada, podés encontrar alquileres sin inmobiliaria aquí, en nuestra web, donde no siempre piden tantos requisitos, pero quitando esta opción, cuando no se dispone de un inmueble propio o de un familiar que se avale como garantia, existen otras opciones legales para respaldar un alquiler. Entre las garantías alternativas más comunes se incluyen estas opciones. 

Recibos de sueldo o certificados de ingresos

Algunos propietarios aceptan que el propio inquilino (o garantes con buen sueldo) presenten comprobantes de ingresos suficientes como garantía personal. Esto demuestra capacidad de pago sin necesitar terceros. En ocasiones se suman varios recibos para alcanzar el ingreso requerido.

Aval bancario

El banco actúa como garante mediante una póliza especial o depósito. Por ejemplo, el inquilino abre una cuenta o póliza donde bloquea cierta suma (a veces hasta dos meses de alquiler) que el banco entregará al dueño en caso de impago. Aunque no es tan usual, brinda una garantía monetaria adicional aceptada por algunos arrendadores.

Seguro de caución

También llamado garantía de alquiler, es una póliza que suscribe el inquilino con una compañía aseguradora. Este seguro cubre el pago del alquiler mensual, las expensas y los servicios en caso de incumplimiento.

Para otorgarlo, la aseguradora verifica la solvencia y los ingresos del cliente, lo cual brinda mayor confianza al dueño. Entre sus ventajas, el inquilino no necesita molestar a familiares ni dejar un depósito grande; la cobertura suele ser rápida y sencilla de contratar.

En particular, el seguro de caución facilita el acceso al contrato de alquiler a jóvenes, estudiantes o extranjeros que no tengan familiares con inmuebles a su nombre.

Estas alternativas son cada vez más aceptadas en el mercado inmobiliario. Además, el seguro de caución se ha vuelto popular en las ciudades grandes: ofrece tranquilidad a propietarios e inquilinos, agiliza la firma del contrato y, en caso de falta de pago, la aseguradora responde directamente (evitando largos juicios).

Haciendo un resumen, para el inquilino la gran ventaja es no necesitar una propiedad a nombre propio o de un familiar como garantía, mientras que para el arrendador significa la certeza de cobrar el alquiler convenido, dado que la aseguradora se compromete a pagar aunque el inquilino deje de hacerlo.

Sin garantías de propiedad
Garantía propietaria

Consejos finales para tener éxito

Para alquilar con tranquilidad, es clave revisar qué garantías acepta el propietario o la inmobiliaria.
Si no podés presentar una propiedad como aval, informate sobre seguros de caución o fianzas privadas, que son alternativas seguras y rápidas.

Recordá que, por ley, el depósito en dinero suele equivaler a un mes de alquiler y se reintegra al finalizar si no hay deudas, aunque los dueños suelen preferir garantías adicionales.

Planificación de la documentación

Conviene preparar con tiempo los documentos: tené listos tus recibos de sueldo, contá con un garante si es posible,
o consultá por opciones de seguro de caución. Así podrás presentar el respaldo que pida el propietario
y completar el contrato de alquiler sin inconvenientes.